En muchas de las páginas más importantes de desinformación, especialistas además en promover el odio hacia determinados colectivos, vemos anuncios de grandes marcas, generados a menudo por empresas de publicidad que ofrecen paquetes de anunciantes a diversas páginas web. El gran problema es que el odio y la mentira son un lucrativo negocio. No estaría de más que las empresas que se anuncian en estas páginas fueran conscientes de lo que están financiando. Podría ser el momento de empezar a penalizar a ciertas marcas o empresas que con su...
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etiquetas: derecho , mentir , difundir , odio , medios , anuncios
Y por cierto: es un JUEZ
El problema no es el delito de odio, el problema es que en España las instituciones están podridas, y te encuentras con circulares del poder judicial, en este caso Fiscalía General del Estado, que dice cosas como esta:
“una agresión a una persona de ideología nazi, o la incitación al odio hacia tal colectivo, puede ser incluida en este tipo de delitos.”
Probablemente el problema es que España está podrida desde el momento en que la "transición" fue modélica.
Ya lo certifica, obviamente, un juez. Es muy simple verlo y no afecta a ningún derecho. No te hagas pajas mentales.
Es viejo.
Un bulo es decir que una foto de un hospital de otro pais se ha realizado en el tuyo. Si puedes probar que el edificio de la foto esta en otro pais no es una opinión. Es una realidad igual de tangible que el edificio.
Un bulo es decir que alguien esconde material sanitario en un almacen y mostrar una foto de cajas de folios. No es una opinión. No es un pensamiento.
No si ya sé que es una pregunta retórica pero me da igual. Ni en retórica vale ya dejar de tener criterio por uno mismo para saber elegir las fuentes o contrastar la información. Es la enfermedad más grave de cualquier democracia, ni tener memoria ni criterio para saber buscar información y discernir. Luego se corrompe todo porque cada uno quiere oír lo que le interesa y gritar cuando alguien dice lo que no le interesa. Y acabamos todos inundados de gritones sin criterio y encabronados contra los que sí lo tienen.
A la primera cuestión, la realidad.
A la segunda, un juez.
En ambos casos el perpetrador puede que sea desconocedor de lo que hace (difundir una mentira o un delito de odio), pero me apuesto una mano a que incluso siendo así, si se le advirtiese de ese hecho (lo que difunde es falso o es un delito) le daría igual...y esos, sean de izquierdas, derechas o medio pensionistas, sobran en la sociedad.