Todos tenemos instaurada en la mente la idea de que los diamantes son piedras preciosas, escasas, raras y valiosas. Lo cierto es que no, ni lo uno ni lo otro, aunque estamos dispuestos a pagar altas sumas por ellos porque tenemos la idea equivocada sobre su valor, implantada en la cabeza a causa de una exitosa y agresiva campaña de marketing iniciada en la década de 1950 por la principal empresa monopolista de diamantes del mundo, “De Beers”.
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Como anécdota contar que cuando se murió mi abuela dejó varias joyas a mi madre y tias. Estas se repartieron entre ellas las que les gustaban y las que no decidieron venderlas. Como curiosidad, había entre ellas varias joyas de oro con diamantes y en todos los sitios les decían que les compraban la joya por su peso en oro, pero que con los diamantes se los podían quedar, que no los querían.
Alguna otra fuente???
Eso me dio en que pensar, y leyendo este artículo, empiezo a entender el porqué.
Serán los usanos, que salvo excepciones son tan tontos como para creérselo porque lo ven en el cine. Aquí no he visto jamás a nadie tener que regalarle un puto diamante a la novia (ni que la novia lo exigiese implícitamente).
En mi caso le he regalado en la pedida de mano a mi novia un anillo con un diamante (reutilizando un diamante de la abuela). Ha quedado muy bonito.
Uno es sobre cómo De Beers, la principal minera de diamantes del mundo, lanzó una campaña muy exitosa en EE.UU. en la década de 1930. Antes de esos años, menos del 10% de las novias recibian anillos con diamantes, a finales del s.XX, más del 80%.
De Beers también lo consiguió en Japón y en gran parte de Europa. Y puede que lo consiga en China.
www.theatlantic.com/international/archive/2015/02/how-an-ad-campaign-i
Qué en reventa no vale lo que se pagó por ellas? Tampoco los coches, y la gente no deja de comprarlos.
El diamante es la estructura más estable del carbono, y por lo tanto, un diamante es literalmente para siempre. Y un trozo de carbón, una inversión a largo plazo.
Yo lo que no he visto hasta ahora, de todas las parejas que se han casado (de varias nacionalidades, además, no sólo españolas) es a una novia sin su pedrolo tras la pedida de mano.
Vamos, es que es de cajón. El tío que pide la mano, todos los que he conocido (incluido yo mismo
De los diamantes me limitaré a decir que no me gustan.
Lo respeto pero si viviera ahí no aportaría nada para continuar la costumbre.
A mi no me gustan los anillos desde que vi Airbag, prefiero antes un pendiente en la oreja.
¡¡En Meneame nos ayudamos todos!!
Y ya no es sólo eso, si alguna no ha sido muy influida, ya la influyen las personas del alrededor para que no se aparte del rebaño.
Al del diamante
palo por detrás, palo por delante!
A los de las joyas,
cortémosles las poll*s!
Coñolocas Seal of Approval!
No puedo decir si es algo en todo el país, pero los que conozco me dicen que es normal.
Odio las joyas grandes. Me parecen de abuela pija.
Yo no podría llevar eso.
El problema que tienes, amigo, es que no has visto tantas películas españolas en las que regalen un diamante de compromiso como películas americanas y te crees que aquí no pasa, pero creo que todos los que nos hemos casado o tenemos amigos cercanos que se han casado estaremos de acuerdo en que la gran mayoría regalan anillos con diamantes a sus prometidas. Aquí no es una tradición de 70 años como en EEUU, básicamente porque la mayor parte del siglo XX prácticamente nadie en España podía permitirse un anillo de compromiso, pero hoy en día debemos estar a la par de EEUU y el resto de Europa en la costumbre de comprar anillos de diamantes a la futura esposa.
En cuanto al diamante siempre me a parecido muy exagerado su precio. Artículo muy curioso.
Pero luego te lo dan con oro blanco (que eso sí, es cómo la plata pero overpriced) y si el diseño es bonito y en mi opinión discreto para mi son muy especiales, porque reflejan la luz. De hecho después me compré pendientes y collar con diamantes para la boda, también pensando en que algún día alguien las heredara, me dio pena no tener joyas heredadas para ponerme. Aunque quién sabe
Además ciertamente tiene un simbolismo, o llámale marketing, pero vamos es el mismo simbolismo que tiene comer uvas en nochevieja, ver un eclipse o hacerse un tatuaje.
No nos influyen necesariamente los demás, también tenemos nuestros propios gustos. O nos dejamos influir por tradiciones como todos. Que no somos borregas, coño.
Es que eso es lo más importante, que cada persona tenga sus gustos y no tenga que pasar por el aro de las influencias publicitarias o sociales.
Yo personalmente veo mejor una joya grande que una pequeña (es que pequeñas no me gustan nada), bueno, es que tampoco vas a decir a una amiga "este anillo tan fino es feísimo" o "yo no me agujerearía las orejas para ponerme algo que ni se va a ver", simplemente pasas del asunto y listo, porque si lo lleva se supone que es porque ella se ve bien así.
Vamos, que los diamantes esos enormes con "nombre propio" no son precisamente baratijas. Eso si, los diamantitos esos del anillo de compromiso que compraste para tu novia probablemente apenas tengan valor.
Pero vamos, que efectivamente da igual. Lo que pasa es que es la primera vez que me encuentro a alguien asumo que relativamente joven con esa opinión. Me ha sorprendido.
Nadie?
Pues toma, www.youtube.com/watch?v=P14UNZPSZWs
Yo desde luego que jamás regalaría una joya (eso para empezar), en todo caso se compraría entre los dos. También valoraría la necesidad de que el regalo consista en una joya. ¿Por qué no un viaje juntos a algún sitio de España que nos guste?
Es que a mi directamente ni siquiera me gustan las alianzas de matrimonio, yo es que o llevo algo gordo o no llevo nada, en su momento ya me tocaron los cojones por llevar un anillo bastante ancho (me gustaba así), y desde entonces dejé de llevarlo, pero desde entonces le tengo cierta tirria a todo lo que sea fino.
Lo del anillo... pues porque me apetecía regalarlo, en plan romanticón
Pero bodorrio de 200 invitados y trajes de 2.000 euros que sólo te vas a poner 1 día... ni de coña vamos.
También dicen que a los hombres nos gustan las mujeres anoréxicas, tanto que algunas hasta se lo creen
Pues no: A mi me gustan más las mujeres que hacen pesas, estéticamente me gustan más unos brazos con la forma de los músculos que unos brazos finos. Hablo sólo de hacer pesas, no de bajar el nivel de grasa para competir en culturismo, ni tampoco pasar de ciertos límites ni de ayudarse de ciertas sustancias.
Imagina que te intento vender caballitos de juguete tallados en madera de sequoia. La materia prima es muy cara, es finita (aunque no escasa) y hay que traerla desde muy lejos. Luego hay que desechar mucha madera, porque la veta no es óptima. La talla la hacen maestros carpinteros que llevan 50 años tallando a mano.
Después de contar con todos los gastos y márgenes de beneficio, concluyo que el precio de venta adecuado es de 500€ la pieza. Piezas de mierda, de 10 cm de alto. Pero imagina que, mágicamente, mediante publicidad intensiva y extensiva, te convenzo de que el valor de cada pieza es de 10000€, y, además, de que tienes que pagar eso si pretendes ser un buen novio/marido. Y consigo que arraigue tan profundamente en la cultura que el 90% de los novios piden matrimonio con una de mis tallas.
Esto le pasa a los diamantes. ¿Valen mucho? Claro. Pero el precio de venta está absolutamente inflado, y de manera artificial (no por oferta y demanda).
Bueno tambien decir q cuando me case iba con chanclas y el anillo dlo perdi una noche de borrachera, vamos q lo nuestro no es lo normal!
Tampoco es que me guste exactamente como la foto, pero desde luego que me gusta bastante más que muchos anillos "de mirar con lupa" que salían en Google y que por supuesto, no iba a poner aquí. Que los ponga alguien que le guste lo pequeño, que respeto, pero jamás regalaría a nadie.
No lo voy a vender porque de tan cantoso (además de estar montado en oro blanco) parece falso y lo puedo llevar alegramente y le tengo cariño, pero me darían por él mucho más de lo que costó. Se debe a tres factores: tiempo, tamaño y calidad.
Ahora si #10, es un Apple Ring?
Shit, aquí está otra vez -> ¿
Yo tampoco es que espere casarme o tener alguna relación, pero me fastidia que haya gente que nos intente condicionar nuestros gustos para favorecer sus negocios, pasando por encima de los gustos individuales de cada persona. ¿Y si a una mujer no la gustan los anillos? ¿Y si a una mujer no la gustan las joyas en general? ¿Y si la gustan, pero de otro estilo que no tenga nada que ver? ¿Y por qué tiene que ser él a ella y no al revés? ¿Por qué un hombre tiene que tragar con un reloj y no otro tipo de joya? ¿Y si no tenemos ganas de llevar un reloj porque a algunos no nos gustan los relojes?
Puta publicidad y putas costumbres sociales impuestas.
Pues por la foto no diría yo que era tan joven...
Interesante artículo
Yo tengo algunas piezas de platino con diamantes.
Y tasadas valen un dineral.
Ahora bien, todo lo que hayas comprado por menos de 3000 pavos, tiene un valor de reventa bajo.
No es que los diamantes valgan poco, es que la mayoria de los que se venden no valen nada.
Es como todo. Hay que saber comprar.
Y lo peor es que los que se lucran con eso, consiquieron quitarse metales preciosos justo antes de la bajada.
Mi teoría es que los que venden anillos de piedras semipreciosas no tienen tanto margen como los que venden diamantes, y de esa forma no pueden pagar a fotógrafos que hagan fotos buenas como salen en los anillos de diamantes.
¿Donde hay datos de que no sean tan escasos?
Uno natural no creo que sea tan fácil encontrarlo, si no la gente los encontraría como puedas encontrar granito y no habría más negocio
Y obviamente ahí no cuentan los creados en laboratorio, porque joder, es obvio. La gente paga más por lo natural, por lo original. Es de perogrullo.
Hay que ver lo que hace el marketing.
Lo de que vale lo que la gente esté dispuesto a pagar por él, está claro que el mundo actual funciona así. Pero eso no quita que se haya conseguido interesadamente que la gente tenga una idea sobre la unicidad y especialidad de un diamante que dista bastante de la realidad.
Hombre, algo caerá, ya lo verás.
Vamos, que el artículo nos hace creer que los diamantes son como trozos de cristal que uno encuentra en el vertedero sin ningún argumento.
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