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Dimisión en el día de la emisión de la entrevista a Errejón

Errejón perdió frente a Iglesias en las primarias, y sabe que muy probablemente volvería a hacerlo hoy. Sea porque tiene menos apoyos, porque el sistema de votación informático está manipulado o por cualquier otro motivo. Errejón es consciente de que perdería. Pero quiere ser el líder, y su prolífico cerebro ha estado trabajando en vías alternativas para lograrlo. Si no puede liderar Podemos a través de los votos ¿Por qué no crear y encabezar una plataforma para las próximas elecciones en la que Podemos se integre junto a otros sujetos políticos como agente subordinado? Si él dirige la plataforma, dirigirá Podemos al menos en lo que al proceso electoral se refiere (siendo ello una excelente vía para acabar dirigiéndolo de forma permanente logrando que se diluya en la plataforma). Y no tendrá que ganar ninguna votación para ello.

Usando el profundísimo descontento que Iglesias ha generado en un sector importante de su electorado, y a una figura de autoridad moral como Carmena, Errejón urdió su plan y lo lanzó sorpresivamente. El mensaje fue claro: o yo lidero o el tablero se rompe. Y si se rompe, me llevo como mínimo al 30% de vuestro electorado, aparte de la desmovilización que semejante espectáculo de ruptura y rencillas provocará en los votantes. Un chantaje mezquino, sin duda, pero que podría haber tenido éxito ante un líder humilde, con altura de miras y que anteponga el bien común a sus santos testículos. Pero Iglesias no es ese líder, y parece mentira que Errejón no lo supiese. Aunque puede que sí, y desde un principio tuviese claro que no habría acuerdo posible, sino guerra abierta por los votos. Tal vez Errejón se crea capaz de ganar esa guerra.

En su entrevista de ayer en La Sexta, Errejón hizo gala de un cinismo superlativo. Al ser preguntado sobre la ocultación de su maniobra, soltó que llevaba meses diciéndolo (olvida Errejón que una cosa es hacer apelaciones genéricas a la unidad y otra montar una plataforma-casa común dirigida por ti y a la que debe someterse tu partido). También dijo que una buena noticia se puede dar en cualquier momento, y que no entendía por qué se habían enfadado porque lo hiciese 5 minutos antes de su publicación (olvida Errejón que lo que para él es una buena noticia, puede no serlo para la mayoría de los militantes de su partido, y que él no es quién para pensar por ellos). Y finalmente, afirmó que en las primarias de Podemos se le eligió para esto (obviando que se le eligió para dirigir una confluencia Podemos-IU-EQUO con el nombre de Podemos y donde dicha fuerza tuviese el papel protagonista).

Y yo dimití del único cargo que tenía en Podemos (miembro de su comisión de garantías en Murcia). Errejón, pese a su inteligencia y capacidad, me repatea. Porque me repatea la gente que se cree con derecho a pensar por los demás, a ocultar información, a manipular la realidad de una forma burda, a incumplir su programa y sus compromisos, a usar su victoria en unas primarias para hacer por la espalda todo lo contrario de lo que allí se dispuso, y generar un cisma a gran escala a cuatro meses de las elecciones por querer lograr la silla que no obtuvo en Vistalegre. Me repatea quien te pide el voto y a la vez te demuestra que te considera menor de edad. Me repatean el elitismo, el "todo para el pueblo pero sin el pueblo", la concepción del militante de un partido como mero pegacarteles que debe aceptar las preclaras estrategias del líder sin cuestionarlas.

Y me repatea Iglesias. Me repatea su populismo bananero, su total desprecio por la estética y por la inteligencia de los militantes, su convicción de que estamos tan obnubilados por su pretendido carisma que vamos a comulgar con las ruedas de molino que nos dé. Me repatea que haya metido a la novia de lideresa, me repatea que su círculo de amigos tenga copada la dirección del partido dejando fuera a gente sumamente valiosa que no se postra ante él. Me repatea que se compre chalets de lujo y (sobre todo) que nos quiera hacer ver que es plenamente coherente con sus críticas a quienes se compraban chalets de lujo unos meses atrás.

Me repatea que convoque referendums sobre si comprarse el chalet estuvo bien pero no consulte a las bases sobre temas mil veces más importantes (como la postura del partido en relación con el independentismo). Me repatean su caudillismo trasnochado, su personalismo, su ego infinito, sus formas desagradables, su concepción del partido como un departamento universitario donde se regalan las plazas a los amigos, la forma en que ha desactivado la inteligencia colectiva de Podemos, la participación, la iniciativa popular, y lo ha convertido en una estructura burocratizada donde el que se mueve no sale en la foto. Los mismos defectos del chavismo: culto al líder en lugar del fomento del empoderamiento ciudadano. No vaya a ser que la gente piense demasiado y corrija lo que sale de sus santos testículos.

Es gracioso que las primeras purgas en Podemos se hicieron contra anticapis e independientes, y Errejón e Iglesias las ejecutaron de la mano. Luego, tras el divorcio Iglesias-Errejón, vinieron las purgas contra los errejonistas de la mano de Iglesias, y también algunas purgas contra pablistas en comunidades autónomas y municipios dirigidos por errejonistas. Y es que, si dejamos a un lado la coleta y la ropa formal, Errejón e Iglesias no se diferencian tanto.

En Murcia las negociaciones para que IU y Podemos vayan juntos están estancadas, y muy posiblemente vayan por separado. En esta tesitura, el día de las elecciones puede que vote a IU o al PACMA según me dé. Pero no a Podemos (ni al hipotético Más Murcia), que no es ni la sombra de lo que nació para ser, y que ha sido convertido en un erial por las malas prácticas de dos familias que, a pesar de los dardos envenenados que se lanzan, se parecen demasiado.