Mercedes compra por 1235 millones de euros el 75% de una escudería que el ingeniero adquirió por una libra. En ocho meses, y tras ganar el Mundial de pilotos y de constructores, el inglés saca petróleo. Dieter Zetsche, presidente de Daimler, el fabricante de Mercedes, anunció ayer que su empresa compra el 45% de Brawn GP, que pasa a llamarse Mercedes Grand Prix, y que Aabar, un fondo inversor de Abu Dhabi que controla el 8% de las reservas mundiales de petróleo, adquiere otro 30% de la escudería inglesa.
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Ross Beawn compró una escudería que iba a desaparecer, sin ningún coche desarrollado para el 2010, dos pilotos venidos a menos y un grupo sin esperanzas.
A partir de ahí, en sólo un mes ha sido capaz de hacer el mejor chasis de la parrilla (aunque sea gracias a una artimaña por lo del doble difusor), de conseguir un buen motor (Mercedes) para sus coches, de volver competitivos y rejuvenecer a sus pilotos y despues de todo ganar el mundial de pilotos y de constructores.
Aunque solo gastara 1 libra en su compra, la inversión que tuvo que hacer al principio para conseguir llegar a tiempo para la primera carrera no ha tenido que ser pequeña precisamente (y recordad que empezó el año sin patrocinadores). El tío se lo ha currado, ha corrido muchos riesgos (¿cuánto dinero lleva metido Toyota y no ha conseguido casi nada?) y ha demostrado que es un mago en la Fórmula 1.
Eso para mi no es un pelotazo.
Lo unico que hizo brawn fue mantener los puestos de muchos trabajadores, buscando patrocinadores para poder pagar todo.
El problema de Brawn no fue el dinero, sino su distribución: invirtieron casi toda la pasta al principio sin pensar en el final de temporada. El propio Ross dijo que no esperaban estar en los últimos GPs. Aun así, Virgin los patrocinó bastante tiempo.
¿Pilotos competitivos? No sé. Han estado arriba durante la incertidumbre de los difusores, jugando con clara ventaja respecto hacia el resto. Cuando se aclaró todo y los demás incorporaron los suyos, Button volvió a ser el Button de siempre. Barrichello por lo menos tenía ansias de victorias, pero sólo de ansias no se gana.
Resumiendo. Una temporada raruna de las que todos toman nota y escarmientan.