Un joven portador de VIH arribó desesperado al hospital de Paraná (Argentina) exigiendo atención inmediata y al no encontrarse en el establecimiento la médica que lo atiende habitualmente, extrajo un arma de fuego y tomó de rehenes a un médico y una enfermera de guardia. La situación se extendió por una hora hasta que el enfermo depuso su actitud. El ministro de salud provincial ha ordenado que se realice un informe para investigar los hechos y hacer un sumario administrativo, si es que la atención a los enfermos de VIH no es la debida.
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