Geoff Gaylord, de 37 años, entró en la oficina del Sheriff de Jacksonville una mañana declarándose culpable de un triste delito: había cometido un asesinato. Pero uno muy particular: según le contó al policía que le tomó declaración, había apuñalado hasta la muerte a su amigo imaginario, Mr. Happy, con un cuchillo de cocina. Después, había desmembrado su cuerpo con un hacha y había enterrado el cuerpo en el jardín de su casa.
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se parece.
Es un chiste, sí.
No me extraña que le matase, el muy cabrón meaba sin levantar la tapa.
El medio se las trae: Moron, que viene a ser algo así como lerdo. moron.com/about-moron/
Siendo así, ¿debería cumplir una pena orientada a la reinserción?
Encima la víctima se llamaba Mr. Happy. ¡Y tanto que hay que encerrarlo! ¡Sólo por inventarse un amigo imaginario con este nombre hay que encerrarlo!
Está claro cuál era el problema...
¿Hay o no hay para matarla?
¡¡Ja ja!! Me parto con el paralítico arrastrándose para subir esa escalera. Luego nos quejamos de lo mala que es la sociedad que estigmatiza la enfermedad mental.
O igual el estúpido soy yo y esto es cierto. Igual.
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