Según un diputado británico estaría moralmente justificado que un terrorista asesinase a Blair por la participación del Reino Unido en la guerra de Irak.
El terrorismo está venciendo porque nos ha hecho abandonar nuestros principios y pese a ello, o quizás por ello mismo, los autores del 11S, y el 11M, siguen en libertad y preparando el golpe siguiente. No solo es guantánamo. Bush mintió a sus aliados asegurando que tenía pruebas de la existencia de armas químicas en Irak. A Sadam Husein le gustaba jugar a a poner nervioso a los EEUU y lo consiguió.
Los EEUU se sienten impotentes y heridos en su orgullo después de lo del 11S. Y los radicales islámicos que son muchos todavía, se sienten agredidos por la intromisión cultural del resto del mundo en la forma machista y dictatorial en que ellos conciben su cultura. Somos perros infieles para ellos.
Los lideres occidentales ni siquiera se ponen de acuerdo pese a estar en el mismo bando. Creo que vivimos una nueva forma de guerra que aun no sabemos combatir, entre otras cosas porque para algunos, los conflictos se ven como oportunidades de hacer negocios.
Moralmente, el asesinato nunca puede justificarse en sí mismo, pues atenta contra el principio y el derecho universal de la vida. Lo que sí es cierto, es que podría entender que una víctima del terrorismo desease o intentase asesinar al terrorista que le arrebató a algún familiar o persona cercana.
Pese a que queremos pensar que el asesinato solo es justo cuando lo realiza un policía o un soldado, eso es falso. Dependiendo de nuestro punto de vista, podemos considerar que el asesinato de una persona puede ser positivo para mejorar las cosas o para detener algún tipo de acto. Tanto matar como no matar puede tender grandes consecuencuas, las cosas NUNCA son blanco y negro.
Los EEUU se sienten impotentes y heridos en su orgullo después de lo del 11S. Y los radicales islámicos que son muchos todavía, se sienten agredidos por la intromisión cultural del resto del mundo en la forma machista y dictatorial en que ellos conciben su cultura. Somos perros infieles para ellos.
Los lideres occidentales ni siquiera se ponen de acuerdo pese a estar en el mismo bando. Creo que vivimos una nueva forma de guerra que aun no sabemos combatir, entre otras cosas porque para algunos, los conflictos se ven como oportunidades de hacer negocios.