Ni una, ni dos, ni tres, ni cuatro, ni cinco,ni seis.Estas llamadas fueron realizadas desde un teléfono móvil de tarjeta prepago que había sido comprado a primera hora del 23 de diciembre en un comercio del barrio bilbaíno de Santutxu. El terrorista efectuó una última llamada, la séptima, aunque para ello utilizó una cabina de teléfono público situada en la donostiarra Avenida Ategorrieta, situada también en el barrio de Gros.
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