Ella sabía que le atraía.. él se lo dijo. Él sabía que nunca se produciría el contacto, porque se lo dijo ella.. Hasta que llegó una noche.. Ambos solos, separados.. tranquilamente leían sendos libros.. Su idea de llamarle no se le iba de la cabeza, por más que cerrara los ojos intentando retomar.. el libro.. Ella, la que siempre se había preocupado de mantener a raya la relación.. fue quien le propuso verse en un bar. Necesitaba decírselo.. Él, durante meses supeditado a las matizaciones de ella, quería seguir manteniendo aquella falsa amistad
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