Maria Dolores González, "Yoyes", ingresó en ETA en 1971. Se fue desengañando de la violencia de los atentados en los que participaba y abandonó. En 1985 volvió a España con ayuda del gobierno, quien la presentó como una victoria de la legalidad sobre el terror, pero para ETA era un mal ejemplo, mucho más cuando empezó a acusarles de "militarismo fascista" y "nacionalismo oscurantista y mítico". 11 meses despues, le pegaban 3 tiros delante de su hijo de 3 años. ETA reivindicó el atentado con la lógica de que "se había traicionado a si misma"
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