Documental a cargo de Esther Galván Rubio, Carolina Herrero Schell, Marina López Baena y Ana Martínez Martín. Cuenta con todo un elenco de gente de la escena entre bandas, algunas históricas y otras actuales, salas de conciertos, distribuidoras e incluso de asistentes de conciertos. Todo para demostrar que, cómo ya hiciera Bikini Kill y el movimiento riot girl en los 90, independientemente de si les parece bien o mal a los más puretas, “esto está pasando sin tu permiso”. Hablamos con Bárbara y Rosa sobre esta sala, convertida en un referente.
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etiquetas: punk , hardcore , feminismo , pogo , barbara rebel , sala arrebato
Es que es de risa, esto.
Te tienes que reír
Lo único que me alegra, es que la Montero me va a dejar poner en el DNI que soy mujer sin tener que cortarme los huevos. Gracias Ama Irene.
Pero si vais a dormir más tranquiles, tenéis mi permiso para hacer lo que os de la puta gana.
Ains, que rota está la gente.
Pero también tiene su razón de ser lo que ocurre. Un miembro masculino de una banda si se sube al escenario y vive los clásicos problemas de tener un capullo, o alguien diciéndole que se lo quiere tirar, o gente silbándole y llamándole guapo interpreta que es lo normal de estar en una banda. Coges a una feminista viviendo lo mismo y lo que interpreta es que le ocurre por ser mujer.
Eskorbuto, putakaska, Nuevo Catecismo católico, cicatriz.....
En general la mayoría de los grupos salieron de zonas industriales donde la gente lo que cantaba era su mala hostia y no cantaba por el nacionalismo
Lo que las feministas hacen es añadir "por el solo hecho de ser mujer", "es estructural", "la causa es el heteropariarcado", etc. Frases éstas que ya se ve que no significan nada, pero son lo suficientemente estúpidas e hipócritas como para creerse que tienen toda la razón, y gritan un montón.
Lo que significa que esas leyes discriminatorias distinguen un lado malo, el de los pringados o de los esclavos, y el lado bueno de los seres privilegiados superiores. Con leyes justas e igualitarias ese trámite no aportaría nada. El que sirva de algo implica forzosamente que la ley es injusta.
Esta injusticia es evidente, por ello que las feminazis, en vez de negar la realidad (cosa muy habitual en ellas), lo justifican como que se trata de una discriminación "positiva" para compensar otra discriminación, supongo que "negativa". El problema es que esa discriminación negativa solamente existe en su mente ideologizada, no es real. Esto hace que la única discriminación que existe en la realidad es la que las feminazis han creado.
Las feminazis son conscientes de que todo esto del feminismo va únicamente de obtener privilegios injustos para las mujeres. De ahí que se opongan abiertamente a esta propuesta de la ministra de discriminación sexual. Es decir, que si cualquiera, con un simple trámite, puede acceder a esos privilegios, dejarán de ser privilegios. Esto es lo que les da miedo, el perder sus privilegios.
Las feminazis son tan descaradamente hipócritas que no sé como nadie las puede soportar.