Forman un corrillo taurino entre el Alcázar y el Archivo de Indias en el que torean a la vida y planean una expedición que marcará sus biografías. Son seis novilleros sevillanos que han rehusado a seguir viendo pasar los días sin escuchar el sonido de sus teléfonos. Llamadas que no llegan. Ilusiones que se resquebrajan por no escuchar esa melodía que precede al anuncio de una fecha y un lugar. Chiquillos que sintieron su propia resurrección cuando vieron una oferta que ofrecía sesenta puestos para formar parte de un certamen internacional.
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etiquetas: sevilla , méxico , arte de cúchares , movilidad geográfica , fuga de cerebros
Voy a hacerme unas palomitas
Uff... que tufo a No-Do y caspa. Hay que leerlo con la voz del No-Do. Vereis que encaja perfectamente.
Esto no deja de ser un publireportaje del NODO de algo que ya no debería de existir en este siglo
¿Cómo se llama la película?
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Y llama talento a novilleros que no llegan ni a toreros
¡ah no! que hay que trabajar, y levantarse a las 5 de la mañana, no no no no...
Que no se repita je je