Las familias, que llevan veraneando en el lugar en algunos casos desde hace 20, 30 o incluso 40 años, se niegan a irse sin más y han decidido plantar batalla. Consideran que son víctimas de un proceso de “gentrificación” alimentado por la moda de los cámpings de alto standing. “Lo que quieren hacer, con prestaciones y restauración de lujo, no está pensado para nosotros”, lamenta López.
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Estos veraneantes, que históricamente se alojaban en caravanas, se sienten además estafados por el anterior propietario, que les animó a comprarse bungalows justo antes de venderse el establecimiento. “En algún caso amenazó con que iba a quitar las caravanas, así que muchos compraron los bungalows”, sostiene Sandra. Las familias invirtieron entre 5.000 y 7.000 euros por las casetas más viejas y entre 20.000 y 25.000 por las más nuevas.
Las familias sospechan que el antiguo director las empujó a comprar bungalows para que el camping alcanzara las 3 estrellas y así venderlo más caro.
Melón, antes de gastarte ese dinero negocia la cesión del espacio por 10-20 años.
Por mucho que lo diga la abogada un camping no se puede gentrificar. No hay lujo en ir de camping incluso en los llamados "campings de lujo".
Como muestra, esto fue hace 4 años: De 100 a 240 euros por dormir en un coche: la última línea de negocio de la empresa de los pisos colmena apoyada por Vox, y viendo lo que sale en "el zulista" no parece que mejoremos mucho.