Se trata de un inmenso cementerio de coches que acumula clásicos incluso de principios del Siglo XX. Se calcula que hay unos 20.000 tesoros abandonados a su suerte cierto día de nisesabecuando, momento en el que fueron llevados hasta allí, sus motores quemaron las últimas gotas de gasolina y empezaron a sucumbir en silencio.
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