Gracias, menéame. 2022

Érase una vez un “bar” con el rótulo en naranja vivo y con el logotipo de un elefante sentado.

Dentro, a un lado de la barra, mezclados y agazapados, encontrareis a los palabristas, los malabaristas de las palabras. Un poco más allá, sentados en una mesa, a los “ytúmás”, tribu muy consolidada que dispara con enlace rápido; algunos versados en idiomas los llaman los “guotebautistas”. En otro lado de la barra, muy cerca de la máquina expendedora de carnets, están los salvapatrias incombustibles, firmes y seguros como esas compresas famosas. En una mesa en una esquina del local están los izquierdistas, esos elementos desestabilizadores del orden mundial; la mesa cojea de una pata pero disimulan apoyando los codos en la esquina contraria. Al lado, justo al lado, están los libegales, enfrentados con todo el mundo por algo de la economía: “¡Viva la economía libre de ataduras!” gritan al unísono levantando su copa. En la barra se mezclan los opinólogos expertos, lo mismo te hablan de leyes, que de como planchar un huevo o freír una corbata, añadiendo la muletilla de que lo demás son tonterías. En otra parte del bar, conectados siempre al portátil o al móvil, los criptos... crípticos ellos pero muy logarítmicos. Luego, con camisa abierta y mostrando pelonpecho, están los “igualitarios”, que no son ni machistas ni feministas y que siempre tienen un enlace adecuado para justificar lo que les toque ese día. También hay algunos mezclados sin orden ni concierto que antes votaban al partido morado pero que ahora votan al partido verde radioactivo, los reconocerás, por... por... patata. Más allá, al lado de la librería (sí, hay una librería con libros en este bar, qué pasa) están los que aportan ideas y conocimientos de verdad de Jardinería, Fontanería, Astronomía, Historia, Matemáticas, Literatura, Ingeniería, Sanidad, Electrónica, Diseño gráfico, Filosofía, Carpintería, Informática, Física, Costura, Medio Ambiente, Química y mil temas complejos. Un poco más allá está el grupo de los humoristas, estos sacan punta a todo y son ingeniosos, mordaces, irónicos e inteligentes... estos andan mezclados entre la gente, como disimulando. Luego están, pegados a la cocina del local (en este bar sólo se sirven huevos en salmuera), los peleones de la tortilla con y sin cebolla y los de la paella valenciana... pero todos estos son para echarles de comer aparte (chiste casual). Y mezclados entre la gente con gabardina, gafas de sol, sombrero para disimular y mirada vigilante están los administradores, en la cartuchera su arma de contención: el strike. Un arma temible que funciona tan bien como las multicuentas.

Hoy es un día normal y corriente pero se acercan fechas felices o infelices, odiadas o adoradas, bonitas o feas, aburridas o divertidas... con cuñados, tíos, sobrinos, hermanos, suegros... Y cenas rarísimas con conversaciones más extrañas aun.

Como he hecho en los últimos años, me gustaría dedicar estas letras a desear lo mejor a todas las personas que acuden a este bar en estos días teóricamente buenos, tanto si odian estas fechas como si les gustan o simplemente pasan de ellas. También a todos los camareros y camareras, cocineros y cocineras, a los vigilantes y vigilantas del local y a todas las personas del backstage de este bar tan peculiar. Ya sé lo que dirán algunos: “¡Pelota!” Me da igual, me parece justo agradecerles que siga existiendo, otro año más, el bar MNM.

A los meneantes de cualquier color político o sociológico que razonan y me hacen pensar, a los que me hacen escupir café por las mañanas por algún comentario ingenioso sobre el tema que sea, a los que aportan tres mil enlaces para razonar lo que dicen, a los que piensan de modo diferente al resto, a los mordaces, a los complacientes, a los valientes, a los informados, a los cansinos, a los expertos, a los zurdos, a los diestros, a los inteligentes, a los bobos, a los que están a favor de esto y de lo contrario, incluso a los que doblan las palabras y las frases, también. Gracias, amigos y amigas.

Abuso de estas fechas compartidas para desearos de verdad unos días en los que nos olvidemos de las discusiones sobre si la tortilla es mejor con cilantro deshidratado o con piedra pómez molida, de las ideas políticas o sociales de cada uno... y nos demos un abrazo desde el respeto y el cariño.

Casi se me olvida, ¿valdría hacer esto un 7 de octubre? (a ver qué ha tocado ese día, prometo que no lo he mirado y he puesto un día y mes a bulto, como hago siempre).

Y como suelo hacer, una pequeña frase de uno de mis relatos: " Cuando nos abrazamos a la luz de estas pobres velas, el mundo parece un poco menos oscuro.”

Ahora un poco de música navideña.

www.youtube.com/watch?v=NJHjBymFHC8 ;

Ah, y esperando que @skaworld ponga su vídeo de todos los años de Tim Minchin. (Me encanta).

Gracias, menéame.