Podríamos estar ante otra prueba más de que las grandes galaxias, incluída la nuestra, se forman durante colisiones de galaxias más pequeñas. Después de dedicar seis años a medir el brillo y los colores de 200 millones de objetos, los datos de SDSS (o Sloan, como también se le suele llamar) parecen apuntar a que el halo de nuestra galaxia, la Vía Láctea, consta de dos partes bien diferenciadas.
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