Si mucha gente aún conserva parte de esta vajilla es por su condición de "prácticamente irrompible" –como presumía la propia marca en sus anuncios allá por la década de los sesenta– gracias a su material: el vidrio templado, que se consigue calentándolo gradualmente hasta alcanzar temperaturas de 700 grados centígrados y enfriándolo súbitamente. "Resiste a los golpes y pasa del agua hirviendo a la fría sin riesgo de rotura", anunciaban.
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PD: Aún venden dicha marca y siguen siendo de lo más duro, que los sigo comprando porque no sé qué puñetera manía tengo de acercar el borde de los vasos al grifo, que les pego unas leches de espanto y otras marcas quiebran cosa fina
La vajilla es de mi abuela, platos y vasos de cristal color ambar, la vajilla tiene mas años que yo.
cc. #6
Cc #31
Yo aun tengo algunos vasos de esos de "café con leche" y otros de los ámbar, de mesa. Duros con avarícia. Podría decir que son atemporales.
Indestructibles.
#33 además lo que dice #26 cuando se rompen se quedan fragmentados pero unidos.
Fue más por aburrimiento y por hacer cambio que por otra cosa, ya que seguían estando bien.
Yo recuerdo haber roto de pequeño algún plato o algún vaso y que se hacían añicos, pero eran romos con lo que no podías cortarte.
Edito: #33 ¡Hostia! ¡No me había fijado en lo rayados que están! ¿Los han echado a rodar por una pista de gravilla? Los de mi casa estaban impolutos.
DIrectos a la quiebra