El sector turístico de Barcelona ha considerado las posibles restricciones de falta de agua a causa de la sequía como una nueva "pifia" estival tras el apagón de julio, el caos en el aeropuerto de El Prat de hace dos veranos y también los colapsos en la vía AP-7 de agosto. El Gremio de Restauración de Barcelona lo achaca a la "falta de previsión" e "incompetencia política" tanto del Ejecutivo de Zapatero como del gobierno de Montilla y reclaman medidas como el trasvase del Segre. La situación, alertan, puede causar un enorme "daño" al sector.
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