El caso Bateragune es un desenfoque de la realidad vivida en Euskadi en esos años; se interpretó de forma absolutamente equivocada lo que estaba ocurriendo.
Al final quedará pensar que contra ETA políticamente se vivía mucho mejor. Pensar en portadas, discursos y funerales en primera línea y la cantinela que todo era para sumar esfuerzo contra el enemigo común.