Fui un niño marica en los noventa, en un pueblecito de la Mancha. Podría decir que fui un niño ‘queer’, pero ese adjetivo extranjero, por muy útil que me resulte ahora, no puedo aplicarlo con efecto retroactivo a ese niño sensible, abstraído y muerto de miedo que fui.
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Otro que no se entera de qué va esto, en fin.
- ¡Me niego! Tú a eso no vas, que vete a saber lo que os cuentan ahí.
- Vale, ¿y qué hago mientras tanto?
- Pasa el rato en internet.
A mí eso me lo explicaron en la egb, en los ochenta.
En Asturias el programa completo de afectivosexual ("Ni ogros ni princesas") está disponible online y detalla las actividades de 1 de eso en adelante (al menos las que se daban antes). Si algún padre asturiano no está informado de los contenidos es porque no le da la gana. Otra cosa es si este programa es el que sigue vigente o lo han cambiado, que eso ya no lo sé.
Nunca vi a nadie pegarle a ninguno,ellos intertarlo con algunos si.