Dicen que cuando el barco se hunde los ratones huyen. Y, en este caso la frase es más adecuada que nunca. Ante la crisis del negocio cinematográfico que provocó la pandemia de la COVID-19, la empresa del ratón Mickey decidió enfocarse en aquellas bocas de distribución de contenidos que controla.
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Y la TV ya ha quedado sólo para las retransmisiones en directo.
Para todo lo demás
Master Ctú sofá.No soy un gran fan del cine, solia ir una media de una vez al año, pero me parece que, salvo que la pandemia acostumbre a la gente a no ir, le quedan como mínimo décadas de vida.
Vale, si, ya lo se... los reyes magos, papanoel, el manual de como entender perfectamente a las mujeres... mejor me salgo del pais de la fantasia y vuelvo a la realidad.
No es sólo la sensación de trascendencia, el glamour que se ha perdido, con salas enanas, la falta de educación del público y que no haya ni "acomodadores" para llamarles la atención... Es que el cine antes era la prioridad de la industria del entretenimiento y un producto de excelencia, en cuanto a los medios invertidos. Invertían dinerales en promoción y calidad de medios. No se centraban en los "blockbusters" como ahora.
Pero lo cierto es que es la propia industria la que así lo ha querido. Han convertido al cine en algo semejante a los electrodomésticos, en simples productos de consumo de poca duración, cuando antes era una fábrica de sueños en la imaginación de millones de personas, que marcaba vidas y formas de ser. Algo parecido a lo que ahora representan los videojuegos para las nuevas generaciones.
El cine fue convivió con el vídeo, ya que se respetaban una ventanas generosas y se le consideraba un producto secundario. Pero ya en la era digital vieron el filón del streaming y definitivamente han cambiado las prioridades del mercado. El cine ya no es la principal fuente de ingresos y por lo tanto, todo ese mundillo que lo rodeaba, fomentado con mucho capital detrás suyo, ha desaparecido.
Ahora sólo quedan cineastas independientes, como por ejemplo Tarantino, que con gran nostalgia por la era dorada del cine, intentan trabajar como siempre. Pero sus recursos son limitados comparándose con las cifras millonarias que suponía la industria cinematográfica.
En fin, han sido 100 años de cine, desde su inicio, auge y paulatina muerte, momento en el que estamos.