El tribunal de Tel Aviv había obligado a una casa de seguros a indemnizar a un cliente suyo que sufrió un accidente de trafico con 35.000 dólares para que así pudiese acudir todas las semanas a una casa de citas. El hombre, que había perdido facultades físicas y psíquicas, al menos quería mantener relaciones sexuales con prostitutas y por eso le pidió a su compañía de seguros una ayuda económica para poder realizar su deseo.
|
etiquetas: prostitución , subvenciones