Este anciano de 80 años, que se jubiló hace siete, está actualmente en la cárcel, donde ha pasado casi toda su jubilación. La razón de su detención: el robo de un poco de sushi. Reincidente, fue condenado a pena de cárcel. «Aquí les dan de comer, tienen un techo, cuidan de ellos... Muchos ancianos cometen pequeños robos para que los manden a la cárcel», explica Akiko Sasaki, trabajadora social en el centro de reclusión de Onomichi, una prisión donde solo hay ancianos.
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En cambio, el que hay en el siguiente enlace sí le da la razón al comentario que respondes:
www.xataka.com/medicina-y-salud/caminamos-fin-inmigracion-que-desplome
Debe de ser que has confundido "natalidad" con "crecimiento demográfico".
Que no atan los perros con longanizas... Desde luego. Que están mejor que hace 20 años. También.