Esa noche había celebrado mi cumpleaños en un pub y me fui del local en compañía de cinco personas más. Las imágenes de las cámaras de seguridad muestran cómo, mientras nos despedíamos alegremente, Healy se abalanzaba sobre nosotros. Con las manos en los bolsillos y sin previo aviso me dio un golpe de kárate, me tiró al suelo y empezó a darme patadas y a golpearme salvajemente. Una acción que el tribunal calificó de "ataque enloquecido".
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etiquetas: violencia , ultraderecha , condena , owen jones
No hay terrorismo de derechas, por lo que se ve.
Bueno, curiosa no es esa apreciación viniendo de donde viene...
Unos dan hostias y otros comprenden y muestran complicidades perdonahostias...El mundo es asín.
Y no voy a empezar con el y tú más poniendo denigrantes ejemplos de cómo todo lo que no les gusta a los fachas acaba siendo terrorismo, porque algunos casos claman al cielo.
Pues depende de como sea la condena. Si le caen unos cuantos años a la sombra a lo mejor el próximo nazi dispuesto a liarse a patadas con un homosexual o con un inmigrante se lo piensa dos veces.
Ya sabemos que odias a las mujeres porque no te tocan la pichita, pero no hace falta que nos des la matraca con ello en cada comentario
Con todos los respetos a Owen Jones, me parece que peca de una gran ingenuidad, intentar rehabilitar nazis con "programas de desradicalización" es como intentar derribar aviones de combate con tirachinas. Si esta es la estrategia de la izquierda actual para parar a los nazis lo tenemos muy chungo...
El problema son los radicales, sean del lado que sean. Y lo que propone es la necesidad de educarlos para desradicalizarlos. Habla de la extrema derecha, pero entiendo que puede estenderse a cualquier radical, sea político, sea religioso.
Es una señal