Cuanto existe es posible por haber sido nombrado. Alonso Quijano lo sabía. Miguel de Cervantes nos describe al personaje pensativo, cavilando con detenimiento con qué palabras nombrar la realidad que le acompañará una vez convertido en don Quijote de la Mancha. Tras ese nuevo génesis, podrá aventurarse a ser un caballero andante fiado en su locura. Hay que leer a los clásicos para pensar bien, no sólo para usar bien la lengua. El pensar bien permite hablar y escribir con precisión, y aquel que domina una lengua posee el mayor poder, que no es
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Evangelio según San Juan 1:1
Un clásico no es cualquier obra del año pum, sino la que ha demostrado ser inspiradora y enriquecedora durante generaciones.
Generalmente, por lo que puedo ver, lo más leído es literatura sentimentaloide para señoras y pseudosicología. Es prácticamente todo lo que lee una gran parte de la población, mayores y jóvenes; de buscar notas del autor o del traductor, prefacios o cierta complejidad del texto ni hablemos. Sinceramente, sería más aprovechable para cualquier persona leer un único libro con sustancia al año que 10 cutreces al mes.
No creo que leer cutreces aporte nada a nadie, más que una historieta que podrían haberte contado en cualquier otro formato.