El Gobierno llevará al Congreso de los Diputados un proyecto de Ley de Libertad Religiosa que no supondrá un cambio con la situación actual, porque no establecerá la premisa básica de la laicidad del Estado: dejar que las iglesias se financien por sí mismas. No ocurre ni ocurrirá; España, de facto, seguirá siendo un Estado confesional, ya que la Iglesia católica dispone de una generosísima financiación pública que la pone a cubierto de cualquier contingencia. El presidente Zapatero, en su visita al Vaticano, se lo ha garantizado a Benedicto XVI
|
etiquetas: ley de libertad religiosa , laicismo , religión
Capítulo II, Seccción I, Artículo 16, disposición 3ª:
Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.
(Las negritas son mías)
Como se puede ver, no sólo es constitucional, es que lo obliga. Todo atado y bien atado...
Hay grupos ocultos muy poderosos detrás de las mafias, que no van a renunciar a sus dividendos. Eso es lo que pasa.