El Sr. Tito Ncube es un hombre de negocios al que no se le quita el susto del cuerpo desde la semana pasada. El hombre contrató por teléfono los servicios de una prostituta para que fuera a su hotel, y cuando abrió la puerta para recibirla, su gozo quedó en un pozo al descubrir que la prostituta no era otra que su propia hija.
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etiquetas: prostituta , hija
Lo siento, pero ha sido lo primero que se me ha venido a la cabeza... qué trago para el padre, qué trago para la hija... ¡pero qué momentazo para haberlo grabado!
Ademas, ningun lector va a preguntar por la fuente de esta noticia, pues esta despistado imaginando la escena.
Lo de bachecito suena a "cachondeo total en la redacción"