Por fin, después de borde cuatro meses en el paro he vuelto a trabajar. Fue el martes veintitrés de octubre. He tenido suerte (es triste que después de cuatro vacantes consecutivas deba estar contento por empezar a trabajar a finales del mes de octubre como hace seis años) ya que me quedé el primero valenciano en la lista (los que tenía por delante creo que son de Alicante) por lo tanto pude elegir la plaza que más me gustaba de las cuatro que habían. Al final voy a trabajar a un centro del sur de la ciudad de Valencia al que llegue en poco más de diez minutos. Voy a cubrir una maternidad, lo que me garantiza varios meses de trabajo y sobre todo no ser despedido antes de navidad y por lo tanto cobrar las vacaciones y cotizar más tiempo. Es un centro con ciclos formativos y tengo la mitad del horario de ESO y otra de ciclos lo que supone que tendré que preparar más las clases ya que son asignaturas que hasta ahora nunca había impartido hecho que hará que el La actualización de este blog se vea reducida. Eso si, tendré la ventaja de un alumnado más maduro, dispuesto al trabajo y con más interés.
Esta era la parte bonita, que la fea ya se ha encargado la conselleria. La niña que ha originado esta baja nació el día dos de octubre así que sólo (cursiva) ha costado veinte y un días que llegara el sustituto. Pero para hacer la situación más grave la profesora titular de la plaza estaba de baja médica antes de dar a luz y no ha llegado a incorporarse a su puesto de trabajo en septiembre. Por eso los alumnos han sido más de un mes sin profesor cuando era una baja segura. No es un esguince que se complica o un resfriado mal curado, no, era una mujer embarazada de ocho meses que, evidentemente, iba a tener una hija ya pedir los cuatro meses de baja maternal. Todo esto no le ha importado nada a la conselleria que simplemente ha visto una oportunidad de ahorrarse el sueldo de un profesor durante más de un mes.
Yo no pienso como la consejera de educación que dice que la calidad de la educación no depende de laràtio de alumnos en el aula, es evidente que influye, tiene que ser muy simple para pensar que se puede prestar la misma atención a quince alumnos que a treinta, pero se puede argumentar que no hay estudios realizados al respecto. Lo que tengo claro y seguro que ninguna consejera no puede negarme es que estar más de un mes sin dar clase si que afecta a la calidad de la educación y deberían pedir responsabilidades políticas a quien está provocando esta situación. Y alguien tiene alguna duda yo no lo tengo, le dicen María José CatalàVerdet.
Igual que la licencia por matrimonio de 15 días que no se ha cubierto en mi centro. Esta semana próxima vuelve la que ha tenido la licencia y los chicos han perdido esas clases.
Como los padres no protestan, será que están conformes con que sus hijos no den clases.
Esta era la parte bonita, que la fea ya se ha encargado la conselleria. La niña que ha originado esta baja nació el día dos de octubre así que sólo (cursiva) ha costado veinte y un días que llegara el sustituto. Pero para hacer la situación más grave la profesora titular de la plaza estaba de baja médica antes de dar a luz y no ha llegado a incorporarse a su puesto de trabajo en septiembre. Por eso los alumnos han sido más de un mes sin profesor cuando era una baja segura. No es un esguince que se complica o un resfriado mal curado, no, era una mujer embarazada de ocho meses que, evidentemente, iba a tener una hija ya pedir los cuatro meses de baja maternal. Todo esto no le ha importado nada a la conselleria que simplemente ha visto una oportunidad de ahorrarse el sueldo de un profesor durante más de un mes.
Yo no pienso como la consejera de educación que dice que la calidad de la educación no depende de laràtio de alumnos en el aula, es evidente que influye, tiene que ser muy simple para pensar que se puede prestar la misma atención a quince alumnos que a treinta, pero se puede argumentar que no hay estudios realizados al respecto. Lo que tengo claro y seguro que ninguna consejera no puede negarme es que estar más de un mes sin dar clase si que afecta a la calidad de la educación y deberían pedir responsabilidades políticas a quien está provocando esta situación. Y alguien tiene alguna duda yo no lo tengo, le dicen María José CatalàVerdet.
Como los padres no protestan, será que están conformes con que sus hijos no den clases.