Un estudio de la Universidad de Brown explica lo que subyace tras el efecto de primera noche, un fenómeno que plantea inconvenientes tanto para los viajeros de negocios como para los propios investigadores del sueño
|
etiquetas: mitad , cerebro , humano , duerme , fuera , casa , estudio , universidad de brown
Todos los ruidos del nuevo vecindario, e incluso el silencio, nos mantienen en tensión y nos impiden descansar con normalidad.
Y eso ocurre aún habiendo trasladado el colchón desde la anterior vivienda.
Una vez te acostumbras a esos nuevos ruidos y esas nuevas circunstancias se recupera el nivel de descanso previo.
Ocurre lo contrario. Por lo tanto tu hipótesis hace aguas también en ese sentido.
Si tienes algún experimento que avale tu hipótesis podemos empezar a contrastarlo. Por ahora es 0 de 1, e incluso podríamos afirmar que es 0 de 4 o 5 ya que esos son los traslados que he vivido y de los que recuerdo ese resultado experimental.
¿Te has trasladado alguna vez llevándote tu propio colchón?
Exacto, por lo tanto el colchón como hipótesis queda cada vez más y más desmentida.
Gracias por contribuir a falsar tu hipótesis.
Uff, tengo que salir más.
Puede ser que tu colchón sea una mierda, y el de los hoteles, al ser mucho mejor y más cómodo, compense el efecto de alerta, con lo que en términos globales, duermes igual de bien que si estuvieras en tu casa