Sabido es que en España es más fácil que un camello (de los de joroba) pase por el ojo de una aguja, que qué un caradura (algún promotor inmobiliario, algún empresario, profesional del no pagar, etc.) ingrese en la cárcel. Pues bien parece ser que los jueces de Alicante han dejado de suspender las penas de prisión a los condenados por delitos económicos que no hayan pagado las indemnizaciones. Se estará convirtiendo España en un país del primer mundo donde impera la ley y no la picaresca.
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