El monje que vendió su Ferrari es una fábula espiritual de autoayuda y desarrollo personal que posiblemente no requiera de presentaciones, sobre todo entre gente más habituada a leer este género (o, como mínimo, a no hacerle ascos), y es que es de las recomendaciones más prostituidas, tanto en redes sociales como en círculos de lectura. De ahí quizá que se me haya generado una bola de expectativas a la que su lectura no ha podido hacer frente.
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Solo con leer el resumen de la parte de atrás pensé "esto apesta a libro de autoayuda que tira patras" lo puse en la estantería y allí sigue, tendré que darle un intento antes de que me olvide de él, pero está clase de libros me da mucha pereza.
abrir la mente a ver con claridad que hay infinidad de maneras de interpretar un mismo hecho. Me pareció
revelador, especialmente, el pasaje de la visita a casa del amigo y la sesión de tomar el té. No digo mas. Lo
recomiendo totalmente. También opino que nadie va a quedar indiferente cuando acabe de leerlo. Ahí queda.
Para mí, un libro de autoayuda más, de esos que ya sabes con la primera página, como va a terminar el capítulo.