La crisis está obligando a los españoles a priorizar en sus pagos y las facturas domésticas cada vez ocupan un puesto más secundario. Así lo demuestran los cortes de suministro eléctrico por impago que efectuaron el año pasado Endesa e Iberdrola, que suman 21,2 millones de clientes, alrededor del 80% del total. En conjunto, ambas compañías cortaron la luz en España a 1,1 millones de usuarios residenciales, lo que representa casi un 24% más que un año antes.
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