"Estoy segura de que no es la primera vez en la historia en que se habla de esto, pero no tengo dudas de que estos niños están creciendo más rápido, y no estoy segura de que eso sea algo bueno". Los motivos para que esto ocurra son tanto físicos como sociales. En ocasiones, los padres terminan por fomentar ese comportamiento al no ser capaces de establecer los límites; en definitiva, ceden el poder a sus hijos. "Lo que ocurre es una mezcla explosiva en la que los niños se están transformando en adolescentes a una edad más temprana"
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