En una comisaría de policía de Huai’an, provincia china de Jiangsu, aparece una mujer pidiendo ayuda, con algo extraño en el cuello y muy nerviosa. Los presentes no dan crédito: la mujer tenía el candado de su bicicleta en el cuello y no sabía la combinación para quitárselo. Al parecer, su hijo de cuatro años estaba jugando con el candado a su lado mientras ella limpiaba el baño cuando de repente se lo puso alrededor del cuello y lo cerró. Tuvieron que actuar los bomberos por medio de alicates.
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Se tarda menos de un minuto.
Hay una técnica en España para abrirlos. Se pone otro candado. Cuando el dueños quita su candado se encuentra el nuevo y se va a buscar al gilipollas que le ha puesto un candado a su bici. Sin acordarse de volver a poner su candado. El ladrón quita el candado y se lleva la bici.
Y en caso de necesidad utilizan taladros, no radiales.
A alguien le vino bien la moto incluso sin rueda delantera.
Moraleja: nunca amarres la moto sólo por la rueda delantera (sobre todo si siempre la dejas en el mismo sitio, a la misma hora y en una calle poco transitada).