Joseba Erkizia, director de HABE en dos ocasiones entre 2005 y 2017, pone en duda la idoneidad de los exámenes masivos para acreditar el nivel de euskera, es más partidario de la evaluación continua y propone que la certificación recaiga en los euskaltegis.
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No me lo creo.
Tranquilo, la gente seguirá comunicándose. Si no es en euskera lo harán en cualquier otro idioma.
Pues tengo entendido que el euskera vive uno de sus mejores momentos, sobre todo entre la gente joven.
Si no hubiera un control muy férreo de las evaluaciones continuas, se desataría el caos, y en mi opinión HABE no tiene los suficientes recursos para una inspección eficaz.
La realidad es otra. La verdad es que hace 100 años el 90% de la gente era euskaldun en Gipuzkoa, ahora estamos en el 50%. En Nafarroa, hace 150 años el euskara era lengua habitual en la capital. Bizkaia otro tanto. En la costa de Lapurdi, el retroceso empieza con Napoleon, y en el interior y en Zuberoa, y Baja Navarra, en 1914, con la I guerra mundial. El único lugar donde el euskara está mejor que en 1920 es en Araba, y hasta en Araba pueblos que hace 100 años eran bilingües ya no lo son.
Este hombre está mintiendo continuamente. La homologación del título de euskera mediante los estudios reglados es un auténtico fracaso: los alumnos no adquieren el nivel de euskera que se les sobresupone, ni de largo. De hecho el problema es tan flagrante, que HABE está haciendo estudios entre el alumnado de los institutos.
Mucho me temo que detrás de esa verborrea no haya nada más que motivos económicos.