El plato español por excelencia es la tortilla de patatas. Su origen se remonta al siglo XVIII en Extremadura, y se cree que el inventor fue el marqués de Robledo, según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que depende directamente del Gobierno de España. Desde entonces, han surgido diversas variaciones: con cebolla, rellena, para vegetarianos o deconstruídas como la del cocinero Ferran Adrià. Pero en la mayoría de los casos será un acierto para cualquier paladar.
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En mi caso el primer error sería no ponerle cebolla.
Somos Legión.
-Con cebolliino le das un toque muy bueno.
El caso es que ese origen que cita habla de freír una masa de harina de trigo y patata a la que aconseja echar huevo. Lo cual convierte a cualquier totilla de patata en una "variación" de ese plato.
Pero... con los años he ido conociendo y entendiendo la dichosa y odiosa vitro, y estoy preparando unos platos que hace años calificaría de imposible.
La experiencia no es jamás tan gratificante y divertida, pero por mucho que le moleste a mi yo del pasado, se pueden hacer unos platos magníficos en una odiosa vitro.
Eso sí, sin cebolla porque mi mujer la detesta pero con pasión. A mi padre le encanta con chorizo
(Por cierto, es OC)