Que la mezcla de corruptos, ultras y paletos que controlan el Ayuntamiento de Madrid me intente declarar persona non grata me divierte y me honra. Que un periodista al que he querido y admirado me llame putinista me ofende y me duele. Para bien y para mal siempre he sido transparente y voy de cara; es lo que hay. En el capítulo 18 de su libro C3PO en la corte del rey Felipe Pedro Vallín afirma la existencia de una guerra del Estado profundo y de los medios de comunicación contra Podemos y contra la democracia española.
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Igual es como él dice, que "sabe cosas que los demás desconocemos", que estoy equivocado o que, simplemente es "otro más".
Da cuenta de lo bien que lo ha hecho.