Diversos experimentos han demostrado que las personas identifican con mayor facilidad y rapidez un rostro sonriente entre un conjunto de rostros tristes o apaticos. Rodearte de amigos felices no sólo te hace más feliz, sino que te permite hacer feliz a más gente; y también a tus propios amigos felices, por supuesto. Las sonrisas se propagan así como el bostezo: basta que veamos a alguien bostezar para sentir la necesidad irrefrenable del bostezo.
|
etiquetas: feliz , estudio , felicidad , contagio
me harta tanta gente infeliz dando la receta de la felicidad. Valoro más la gente que admite su infelicidad o su estado indiferente u otro estado públicamente.
grrrrrrrrr.....
al final esto se traduze en que al conversar con los demas me dizen lo que tengo q hacer, que es pegarme una sonrisa en la jeta.
me la pondré cuando me de la gana, no cuando me diga nadie, que me lo dicen, y le dizen a los demás lo que hay q hacer.