Pedro Jiménez, de 71 años, es un grancanario que vive en La Palma desde hace tres años que ha renunciado a la alternativa habitacional facilitada por el Cabildo de La Palma porque no quiere abandonar a sus tres compañeros de vida: sus tres perros. Ha dormido las últimas tres noches en su coche acompañado de sus tres bodegueros andaluces, a los que no se les permitía la entrada en las instalaciones hasta este martes.
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etiquetas: la palma , animales , reportaje
No haber elegido un volcán para poner ahí tu casa. Tu casa, tu problema.
Haber pagado un seguro para tener un hotel en estos casos. Tu decisión, tu problema.
Haber tenido mujer e hijos en lugar de perros. Tu soledad, tu problema.
Hay más, pero tengo una para ti. Si te molesta el sensacionalismo mediático, no entres a comentar. Tu click, tu problema.
Tu mascota tu problema.
Lo de este hombre es encomiable.
Entiendo perfectamente a éste señor, a mi no me importa perder comodidades antes de perder su compañía.
No haber elegido un volcán para poner ahí tu casa. Tu casa, tu problema.
Haber pagado un seguro para tener un hotel en estos casos. Tu decisión, tu problema.
Haber tenido mujer e hijos en lugar de perros. Tu soledad, tu problema.
Hay más, pero tengo una para ti. Si te molesta el sensacionalismo mediático, no entres a comentar. Tu click, tu problema.
Aquí los volcanes no están en a tomar por culo "dónde no molestan", que cierren el aeropuerto al turismo y metan a los evacuados en hoteles, por favor.
Y que a La Palma y a sus gentes le va a venir de maravilla, como bien dicen los palmeros. Los de mnm me refiero, no los de La Palma.
Por cierto, buen vino.
Si hay turistas que están yendo sin hotel si quiera... Lo que se está viviendo es indignante a más no poder. Menos mal que el resto de palmeros están ahí porque dan verguenza muchas acciones de la gente y dirigentes.
Me había montado una paranoia guapa con algo que me ha pasado en la vida no digital. Serendipia.
¡Anda y que se vayan a Islandia
y se tiren al cráter del Fagradalshraun, tanto que les gusta la lava!Mucha gente se ha prestado a dar cobijo a los animales de forma privada aparte de las instituciones que también lo han hecho....dos organizaciones benéficas de adopción de Tenerife hicieron una colecta y recogieron miles de kilos de comida para los animalitos.
Sobre este caso en particular se pusieron hasta en contacto con T5 para saber si tenia algún dato del señor este para localizarlo y ofrecer albergue a sus perros con personal que me consta les van dedicar mucho cariño.
No se como será en tu tierra pero los palmeros, y canarios en general, somos muy dados a ayudar a los que lo necesitan ....ojala mas fueran así.
No por el peligro de la erupcion, que no me parecía considerable (aunque no fuera nulo y algo de riesgo existiera), sino por no estorbar como dices a la población.
Y mira que me gustaría poder ver ahora lo que está ocurriendo, pero no sería capaz de estorbar.
Un par de meses después de que se calme será cuando vaya. Creo que entonces podré ayudar más que estorbar.
Con lo de priorizar a los damnificados, totalmente deacuerdo.
au au, au au auuu ( あの 日 から)
Tu comentario me ha transportado a unos tiempos en los que todavía usábamos pesetas.
www.youtube.com/watch?v=4OENUO5fVSk
elpais.com/internacional/2010/04/15/actualidad/1271282405_850215.html
me imagino a los ministros de turno así
¿Crees que los perros son para estar en una finca encerrados siempre?
Y lo de himanizarla...
Sin comentarios.
Yo voy con 4m² de plástico que pongo debajo de la esterilla para que no me suba la humedad e incluso hacerme un pequeño refugio en caso de que sea necesario, hasta ahora no lo ha sido.
La semana pasada paró la guardia civil para preguntar si tenía algún problema, les expliqué la situación y se fueron sin identificarme siquiera.
Como cuando llegué no había nadie todo para mí y la perra.
Llevo dos noches y me voy mañana (5€ la noche)
Siempre habrá clases
Además, pocas horas más tarde de haber publicado yo ese comentario: diariodeavisos.elespanol.com/2021/09/derivan-a-un-hotel-y-a-una-reside
Supongo que un poco sí que lo pienso. Pero también me gusta que la sociedad que ayudo a construir se pliege sobre el dedo meñique cuando se lo pisan para tratar de mitigar el dolor.
¡Hail Il Palazzo!