Pues sí: una oreja sobre la oreja. A primera vista es raro e incluso, no sé, parece un tumor que haya adoptado la forma de lo que tiene más cerca en un claro caso de mimetismo. Más allá de la primera impresión, en realidad el pendiente oreja me ha ganado. Se rige por un concepto parecido al de Origen, y hay que suponer que se fabriquen piercings más pequeños que se coloquen sobre éste. Además, tengo la esperanza de que alguien lo compre y se lo ponga en otro lugar que no sea la oreja. Sería curioso.
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