«Sé que está prohibido, pero llevo toda la vida haciéndolo y no voy a dejar de hacerlo ahora», cuenta decidido Adolfo, un septuagenario de Carabanchel que comparte un ritual cuasi clandestino con miles de madrileños: «Según terminamos las uvas el 1 de enero nos subimos a la azotea del edificio y tiramos unas cuantas tracas, petardos y cohetes».Durante los primeros minutos de cada año, el sonido de detonaciones y los destellos de luz y color escenifican un ritual de bienvenida al cambio de unidad en el calendario.
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No veo el problema ni entiendo tanta inquina en los comentarios . Cómo vengáis a Valencia os iba a dar un jamacuco
Mi ya difunto gato se pegaba las navidades bajo la cama , suerte que el tema de los petardos no es comparable a hace unos años .
Son sentimientos encontrados. Los que hemos tenido perros, conocemos su pavor y terror, llevarlos a habitaciones alejadas, incluso darles pastillas relajantes. Pero es curioso de ver en la zona de Carabanchel
Si encima son de esa mayoría que no están siempre atadas, peor aún.
Si encima son las que se sueltan en zonas ajardinadas quitándoselas a los ciudadanos, en vez de estar siempre en las zonas dedicadas para ellas, peor aún.
Los perros me comenzarán a importar cuando sus dueños empiecen a comportarse con civismo. Mientras tanto, que se aguanten.
Luego decimos que la generación que viene es de cristal, pero la actual.. joer.
Pon una entrada para escuchar de tirar petardos y descubrirás a quién le gustan de verdad de todos esos que van.
Qué asquete das.
Igual que los espectáculos con drones están sustituyendo (como evolución?) a los fuegos artificiales... Ojalá algún día haya algo que les haga olvidarse de los petardos a esta gente.
A mí si eliminan voladores, petardos, etc., me daría igual. Entiendo que si molestan no se tiren y ya está, pero hay gente que protestaría.