Parece que Piqué, considerado un moderado dentro del Partido Popular, tiene una doble vara para medir las agresiones por motivos políticos. Las declaraciones se produjeron tras la emisión en televisión del video que muestra como Xavier García Albiol, secretario de organización del PP, agrede a un manifestante, que se limitaba a hacer sonar una cacerola en señal de protesta. Cabría esperar una declaración de condena sin paliativos a la violencia, similar a la emitida por el resto de las fuerzas políticas, para evitar que no cunda el ejemplo.
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