Habrían existido donaciones de grandes empresarios españoles desde hace más de dos décadas por importe de más de ocho millones de euros, ligadas a adjudicaciones públicas, y cuyo destino era la financiación electoral del partido y los sobresueldos a altos cargos. Los plazos de prescripción en delitos de corrupción son especialmente cortos y los años de condenas escasos. No sonrían: sin movilización social, el caso Bárcenas puede derribar a Rajoy pero no al Gobierno del PP ni al régimen de la Transición.
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