El desplazamiento de la producción extranjera de cereales hacia el maíz y el girasol para producir biocombustibles (etanol y biodíesel) ha supuesto una caída en las exportaciones, aumento de la demanda e incremento en los precios de los cereales... Y con ellos, de toda suerte de alimentos como el pan, o la carne, leche (y quesos y yogures...) y huevos al ser el pienso vegetal más caro. ¿Deberíamos reducir el consumo de combustible en vez de paliar la situación con carburante vegetal?
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