A pesar de la tentación de los padres de ceder a todos los deseos de sus hijos, las investigaciones demuestran que hay un lado traicionero detrás del afán por poseer todas las cosas nuevas que tienen los demás. Este anhelo fomenta una sensación de carencia que nunca puede satisfacerse. Cada vez que accedemos a comprarles todo lo que piden, los condicionamos sutilmente a que consideren que sus recursos tienen usos limitados. Una negativa cada cierto tiempo los forzará, en este caso de modo literal, a pensar fuera de la caja.
|
etiquetas: educación , niños
¡NO!
<ironic mode off />
Salu2
Cada vez que oigo algo similar entro en erupción.
El 99% por ciento de las veces era un "NO" como una casa pero a mí siempre me quedaba la esperanza.
Lo peor es cuando ambos padres consienten a su hijo así:
Padres: ¿Quieres esto?
Niño: NO
P: ¿Y esto otro?
N: NO
P: ¿Y esto?
N: NO
P: ¿Vamos a por esto otro y juegas con el?
N ... (continua cada 5 minutos con algo nuevo ya que el crío se acostumbra a tener mil opciones y tratar a los padres como exclavos que le van a dar lo que en ese momento le apetezca).
Cuando yo era pequeña, los regalos eran cosa de Navidad, cumpleaños y notas. El día de tu santo, como mucho se hacía una comida especial y te daban un detalle que ni era sorpresa ni estaba envuelto y que solía ser algo práctico, como zapatos nuevos o un jersey; muy rara vez algo que tú pidieras, y desde luego no un juguete ni nada caro. Hoy día, cuando charlo con mis sobrinas o salgo con ellas, me hablan de muchos niños que reciben regalos de forma casi semanal. Un día se presentan los abuelos con un juguete, al siguiente los tíos le compran un videojuego, otro día los amigos de los padres vienen a cenar y también le traen un juguete... y así. Cosa curiosa, esos mismos niños, en palabras de mis sobrinas, son también los que peor se portan, los que peores notas sacan, los que más chillan y aquellos cuyos padres los tienen en más elevado concepto. Ellas mismas ven que eso, no es sano.
Los niños necesitan frustrarse para crecer con salud. Sé que es duro, sé que lo piensas y es horrible, a todos nos gustaría llenarles de regalos y caprichitos, darles una sorpresa todos los días, y que sólo comieran lo que les gustara y que nunca, nunca, nunca lloraran ni se disgustaran por nada. Como tía, me cuesta mucho contenerme, ver mil cosas que sé que les gustarán y no comprárselas en el acto. Pero sé que eso, sólo las iba a perjudicar. Un niño que lo recibe todo, termina por no querer nada.
ay! pero no, pobre niño, a ver si va a empezar a aprender lo que es la realidad y se traumatiza...
Otra opción es darles la tablet y que vean lo que quieran. Mientras dure la batería no molestan.
¿Cuántos adultos tienen a las madres/padres como auténticas esclavas/os?
Al final nos tratan como queremos que nos traten.
Y algo que podría ser satisfactorio por sí mismo, como obtener buenos resultados, algo de lo que sentirse orgulloso, se pervierte convirtiéndose en una transacción.
No nacemos consumistas, así que mirad por dónde nos entra la cultura del consumismo y cortad por ahí, por ejemplo, la tele. Un, dos, tres, responda otra vez...
Simplemente dice que los síes vayan con moderación. Nada más.
A mí me suena a la pedagogía negra, preparar a los niños para ser adultos sumisos.
- edito -
Me viene a la mente la imagen del planeta de los simios, no recuerdo cuál, en la que están "educando" a los monos.
Les ponían cosas que querían delante y les gritaban "NO" y les daban corriente o con el látigo. O las dos.
¿Y notas por qué? Si sacar buenas notas es lo que tenías que hacer, porque era tu trabajo, y porque además era algo que hacías para ti, no para tus padres.
No tengo muy claro sobre que quieres mi opinión.
Sobre el artículo, me parece increíble que haga falta escribir un artículo tan insustancial, para darse cuenta de algo tan obvio.
Sobre que la mayoría que han votado y comentado el artículo sean sin hijos, y lo hagan criticando a los conhijos, creyéndose en posesión de la verdad, y alabando las bondades de decir que no, dice algo sobre los excesos del no.
Mi opinión. Más que los noes sin más, hacen falta normas básicas de convivencia y límites claros, y algún no. Exceso de noes, tampoco. Y por supuesto, permisividad tampoco. Cada familia es un mundo, y en cada una hay diferentes normas.
(y no, no podía ir yo solo a comprármelo aunque fuera mi propio dinero. Primero, porque era peque para ir con según qué dinero por la calle, y segundo, porque todo tenía que pasar primero por su aprobación).
No es coña. Al ver que su tarea no es compensada con premios, ni siquiera una vez en su vida, (en mi caso ni siquiera pelis en fechas como cumpleaños y/o navidad) y sobre todo al ver que sus compañeros de clase con mucho menos e incluso suspensos consiguen más, solo conseguirás un robot infeliz en la vida incapaz de tener ilusión por nada.
De eso que a los 15 acaban en las drogas sí o sí al no haber tenido referencias culturales y gente con quién compartirlas. Esto es así.
Hoy en día con internet es mucho más facil. Hace 20 años, no hacer un mísero esfuerzo con tu hijo con lo que se esfuerza de verdad en clase es condenarle al ostracismo social o bien que a los 15 se junte con lo puto peor y luego vienen las desgracias.
Lamentablemente eso sólo es posible con los familiares, porque si viene un amiguito de la escuela, y se les dice que no, luego el amiguito clamará a los 4 vientos cuán aburrida es tu casa y tú como padre. Obviamente la solución es relacionarse con familias de creencias y costumbres similares a la tuya.
Ahora bien, el otro extremo tampoco es saludable, es decir negarles todo sin una razón aparente, con el afán de educarles y blah blah blah. En casos así, llegando a la adolescencia suelen convertirse en rebeldes sin causa, en el caso de los varones, y engancharse con el primer gañan que pueda partirle la cara al padre, en el caso de las mujeres.
Con los videojuegos, me tocó una Megadrive en una tómbola. La devolvimos porque oh, sorpresa, habia que comprar los juegos.
Todo les parecía tirar el dinero, hasta que a los 16-17 mandé ese pensamiento a tomar por culo y empecé a gastarme dinero en cervezas y solo pasaba por pasa a comer y dormir mientras mi vida transcurría entre bares heavys lejos de su mundo totalmente atrasado.
Estuve a una mierda de estar al lado de drogas, si no fuera porque me cabrée un día y le dije bien claro que no permitir a alguien desarrollar sus gustos y hobbies por puto dinero es putamente criminal y de subnormales en los 90 más cuando dinero no faltaba y era una afición relativamente barata debido a la excepcionalidad de las fechas.
Gracias a la informática soy lo que soy, y conocí mundo (y piratear conexiones Inet modem/wifi), si no hubiera acabado como un compañero con pasado similar al mío: metido en la mierda de speed y drogas por impresionar a barriobajeros.
Ni tanto ni tan calvo. Si la vida de un hijo es que siempre ha de estar frustrado sin tener ilusiones, tendrás un hijo inteligente del que presumir... pero en cuanto llegue la pubertad estará zombi e inadaptado.
Igual va por ahí...
¿Qué pasa? ¿Que no basta con decirle a tu hijo "muy bien, cariño, lo has hecho muy bien"?¿No se sienten suficientemente recompensados con la aprobaciónde sus padres?
Porque conozco a un montón de niños a los que les ha bastado y no han terminado cayendo en las drogas, ni con depresiones profundas, ni nada por el estilo.
Hoy en día tengo aversión a los que deniegan ilusiones a niños innecesariamente. No a los que pasan penurias, ojo, digo a gente sin estrecheces.
Ese pensamiento extremo rural de "la vida es así y las moderneces son tonterías" es totalmente pernicioso para crear una persona que crezca feliz sobre todo si tu hijo siente que lo de alrededor no le llama y la gente con que intenta entablar conversaciones le ignora porque claro está... no tiene de qué hablar.
Lo malo es que entonces se te pone la sociedad en contra porque no eres un buen "consumidor", de esos que hacen que la rueda gire y gire (aunque estemos produciendo toneladas de mierda a base de producir un montón de chorradas que el 80% de las veces no necesitamos ni acabamos aprovechando). Pero nada, lo importante es comprar, comprar, COMPRAR, que hay gente que todavía no es lo suficientemente rica.
No se trata de consumo, se trata de propiciar aficiones. Nunca en la vida cogieron algo que me hiciera ilusión a mí, si no a ellos.
Mis ilusiones no eran caras. Digamos que mi mundo y el suyo no se entendían y lo veían un desperdicio.
Pues muchos que vivieron peor que yo pero con aficiones generadas ahora tienen vida.
No tener teléfono en 1999 cuando puede darte un jamacuco o cualquier emergencia dependiendo del vecino es ser idiota. Más cuando el consumo mensual de tabaco supera por mucho el de la linea telefónica.
Los niños aprenderán actitudes sobretodo por imitación de lo que ven en casa en el día a dia, mas que por estrategias que puedas forzar con ellos, por eso creo que realmente es mejor predicar con el ejemplo y si no quieres que tu niño sea caprichoso no lo seas tú, si no quieres que sea violento no lo seas tú, etc. Y sobretodo pon límites y aguanta! Creo que es mil veces peor decir NO y ceder luego que decir sí directamente.
Y ya.
Porque los estudios eran mi trabajo, y tenía que hacerlo bien, era mi responsabilidad hacerlo bien.
De todas formas, tampoco recuerdo que mis padres me estuvieran puteando.
Yo tenía una asignación semanal desde pequeña (5 pesetas al principio, hasta 100 pesetas cuando cumplí los 11 -tampoco es que fuera una salvajada lo que me daban-), y ese era mi dinero, con el que podía hacer lo que yo quisiera. Me lo podía gastar de golpe en chucherías, o podía ahorrarlos. Como yo decidiera.
Pero una vez se gastaba el dinero, no iba a tener más hasta la semana siguiente.
Yo era más bien ahorradora. Siempre lo he sido.
Recuerdo una vez que conseguí ahorrar 5000 pesetas, y yo pensaba que era rica. Mi madre y yo fuimos a que me lo gastase en una cosa que quería, y no sólo no sobró nada, sino que encima mi madre tuvo que poner dinero para que pudiera comprarlo.
Y yo pensando que era rica
Creo que eso es lo que hizo que fuera aún menos caprichosa y que hoy en día me lo piense mucho antes de gastarme el dinero ¡Con lo que cuesta ahorrar y lo rápido que se va!
Pero como tenía mi paga, sí podía tener mis afiiciones. Aunque fuera, tener la ilusión de comprarme lo que yo quisiera y esforzarme por ahorrar para tenerlo.
No sé, no recuerdo esa frustración que dices.
Yo no pude ni ahorrar para lo que yo quiesiera, ni con el dinero de navidades.
Y sí, en general tienes gran parte de razón en eso, pero a eso me suena ese comentario.
En mi experiencia la rebeldía viene de la falta de respeto y hasta resentimiento por parte de los hijos hacia los padres. La falta de amor y atención de los padres hacia los hijos es generalmente la principal causa.
Yo no pude ni ahorrar para lo que yo quiesiera, ni con el dinero de navidades.
Bueno, yo me levantaba por la mañana, a las 10 de la noche, media hora antes de acostarme, desayunaba un pedazo de veneno frío, trabajaba 29 horas al día, pagaba al dueño de la fábrica por trabajar, y cuando llegaba a casa, nuestro padre nos mataba y bailaba sobre nuestras tumbas cantando Aleluya.
PD: No te lo tomes a mal, es que la conversación me ha recordado a ese sketch.
El tema de las notas en fin, un niño es un niño, muchos no conocen la responsabilidad, o el interés por las cosas si no lo ven reflejado en casa, asique pretender exigir sin predicar con el ejemplo... Además no es lo mismo una familia con dinero que puede permitirse tener tiempo para dedicarselo a sus hijos y ayudarles, mandarles a academias o lo que sea, con una familia con poco dinero y que bastante tiene con llegar a fin de mes.
Cada uno tiene un contexto familiar muy diferente.
Si yo hubiese tenido, pero con toda seguridad además, algún padre y/o madre que veo ahora que por una o por otra tienen nula capacidad de educar a sus hijos/as en responsabilidad. Yo acabaría en la cárcel y ellos en el manicomio o peor.
Salu2