Yousiff, el niño iraquí de cinco años que fuera atacado por hombres enmascarados que le rociaron gasolina y le prendieron fuego, fue operado hoy con éxito para removerle la cicatriz más grande y aparatosa de su rostro, en una cirugía que ha durado 3 horas y media. El niño tuvo que usar un balón inflable debajo de su piel durante una temporada para facilitar los colgajos quirúrgicos. Una fundación de beneficencia logró reunir más de 200.000€ para ésta cirugía.
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