Como Natascha Kampusch, Elisabeth Shoaf fue secuestrada cuando iba camino del colegio, en un autobús escolar, y escondida en un zulo. Pero ella no ha tenido que vivir ese horror durante tantos años. Un mensaje de móvil que consiguió enviar a su madre desde el teléfono de su secuestrador ha permitido a la policía liberarla a los 11 días de cautiverio.
|
etiquetas: secuestro , eeuu