El profesor, de la escuela de Mito, en el este de Japón, dijo que habían hecho las pintadas porque alguien les había comentado que traían suerte, pero que no tenía la intención de causar daño. De momento al profesor se le ha retirado el cargo de entrenador del equipo de béisbol y podría, incluso, ser despedido. También los alumnos corren el riesgo de ser sancionados con una suspensión temporal de sus actividades. Un canal de televisión ha informado sobre la posibilidad de que el Gobierno de Japón pida una disculpa diplomática por las pintadas.
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