Poco podía imaginar el Rey cuando emprendió viaje hacia Alemania que la invitación del presidente de aquel país, Horst Kolher, iba a tener un regalo envenenado para el Ejecutivo español.
claro, él que es tan imparcial (es consejero de la parte alemana interesada) y tan ecuanime (firma un contrato unos dias antes de dejar el cargo favoreciendo a una empresa que le contrata al dejarlo)....
ya empezaran a caernos bien los alemanes cuando empiecen a tocarnos la moral via endesa.....
¡JAJAJA! Te has dejado la etiqueta "humor"