Sólo sé que cuando estaba en Missoula, Montana, me puse a conversar muy amigablemente con unos “Nativos Americanos” [la forma políticamente correcta de decir “indios”]. Ellos detestan ese término, y me han dado una maravillosa razón. Me dijeron: ¿“Nativo Americanos”? … ¿y los otros qué son “Cultural Americanos”? ¿Entonces qué? ¿Nosotros seríamos una parte de la naturaleza? Me dijeron: “Preferimos mucho más que nos llamen ‘indios’. Al menos nuestro nombre es un monumento a la estupidez blanca, por creer que estaban en la India”
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etiquetas: slavoj žižek , humor , yugoslavia
qz.com/1302717/judith-butler-and-slavoj-zizek-wrote-a-letter-saying-av
Aquí el muy fracasado intentando justificarse por firmar esa carta: thephilosophicalsalon.com/why-did-i-sign-the-letter-in-support-of-avit
Tiene gracia esa pose de rebelde contracultural que intenta vender cuando hace tiempo que se convirtió en un ofendidito más que vive acomodado con las élites académicas americanas.
Si yo no trato a una lesbiana de "bollera" ni a un boliviano de "panchito" no es por la corrección política esa, es porque tengo perfectamente interiorizado que se merecen el mismo respeto que una mujer heterosexual o que un burgalés.
"Políticamente incorrecto" es como se llama en neolengua a ser un gañán faltón que se cree con derecho a reírse de alguien por su procedencia, orientación sexual, aspecto físico....
Salu2
El humor no puede tener límites. Más de acuerdo aún.
Ahora, al igual que está tu derecho a hacer chistes híper machistas metiéndote con todas las tías, está el mío a decirte que no me hace ni puta gracia, que me parece de un mal gusto que tira pa'trás o que con mi dinero ni de coña compro eso o que en mi espacio no entra. Y eso no es atentar contra tu libertad.
Si nos creemos que la "libertad de expresión" implica que a los demás les tiene que gustar lo que hagamos y que nos exime de la crítica, no sabemos en que consiste esta. Libertad para que no te sancionen, no para que todo el mundo te aplauda.
Nunca me gustaron los chistes hiper-machistas. Pero me hacen gracia los chistes de feos o de gallegos, siendo yo ambas cosas (en realidad nací en Asturias, pero bueno). Pero no me siento ofendido, ni me pongo a llorar porque han dañado mis sentimientos.
Salu2
A ti te gusta tal cosa y la dices, perfecto; lo que no puedes pretender es que a mí me guste también o que siempre me calle la boca si no me gusta y eso no tienen nada que ver con la moral.
Ahora, lo que jamás hay que hacer es prohibir, pero prohibir tampoco equivale a decir "eso con mi dinero o en mi casa, no", porque si consideras que pedir que no se financie con dinero de mis impuestos, algo que por lo que sea no me gusta, es lo mismo que "prohibir", la carga de victimismo se invierte.
Zanjando el tema por mi parte, si a todo el mundo le gustasen las mismas cosas, sería muy aburrido
Salu2
La corrección política es la normativa social que te obliga a obedecer unas reglas independientemente de si has interiorizado ese respeto o no. No está hecha para ti que respetas intuitivamente a los demás si no para quien no lo hace por las buenas pero al verse amenazado con el ostracismo social pasa a tolerar a otros a nivel de convivencia.
Viene a ser un poco como con el cuento del árbol racista.
Al final la intención no es que nadie deje de ser un capullo si no que cesen de comportarse como tales independientemente de su pensamiento. Por supuesto esto puede desembocar en conductas muy nocivas puesto que, en el fondo, no se trata más que de un tipo de censura con aceptación social.
Considero que se trata de una forma de control ejemplarizante como ninguna de la inmadurez de nuestra sociedad. No es un problema sólo porque venga alguien a darte la charla por salirte de lo socialmente aceptado si no por la probada necesidad de que alguien lo haga.
Viene alguien, insinúa que debemos matar a todos aquellos con pecas en la cara y la sociedad reacciona lanzándolo al ostracismo:
"¡¿Cómo se te ocurre decir eso!?"
Si bien es cierto que es una conducta con posibilidad de salirse de madre la reacción primera deberá ser ante la conducta reprimida y la posterior ante la represión. Si hubiese más madurez la corrección política sería innecesaria.